jueves, 30 de septiembre de 2004

PREGUNTA
Se ha acometido la rehabilitación de un edificio donde los muros de las fachadas son en su mayor parte de mampostería, con algunos tramos de ladrillo macizo. En el interior, los muros de carga son en su mayoría de entramado de madera con relleno de ladrillo macizo que, en algunos casos, se encuentra colocado formando una doble hoja con una cámara intermedia.
Se encuentran muchos ataques bióticos y degradaciones.










RESPUESTA

Además de patologías de origen biótico, cuya principal consecuencia es la destrucción de la sección resistente de las piezas de madera, se han detectado otras de origen propiamente estructural.
En general se observa un descenso de los muros de carga de las crujías interiores que no afecta a las fachadas con un descenso e inclinación de los forjados hacia el centro del edificio, dando lugar a un agrietamiento de muros y tabiques en las plantas superiores por la formación de arcos de descarga. En algunos puntos los movimientos han llegado a desplazar sensiblemente algunos de los forjados separándolos de los muros.
La gravedad de estos movimientos es relativa. Los movimientos normales en este tipo de muros no suelen comprometer su estabilidad y sólo se manifiestan en forma de grietas o desajustes en la carpintería. En este caso, además de que los movimientos detectados son muy acusados, el relleno de los muros formado por doble hoja de ladrillo no presenta una consistencia suficiente como para absorber dichos movimientos con facilidad y sin comprometer su estabilidad.
Este asentamiento de los muros interiores puede deberse a un deterioro de las piezas de madera que forman parte de su entramado. Por ejemplo, la destrucción de los durmientes y otras piezas horizontales provocará el acortamiento de la altura del muro. Otra posible causa puede encontrarse en un asentamiento diferencial de la cimentación. Lo más probable es que la mayor parte del movimiento de asentamiento se deba a los desplazamientos verticales producidos en obras anteriores de apeo de los muros al ser sustituidos por vigas cargaderos y pilares. En este caso su magnitud es elevada y deben establecerse medidas de corrección.
Por otro lado, se encuentran refuerzos de estructura metálica que aparecen probablemente debidos a patologías estructurales de intervenciones anteriores.

Dada la extensión e intensidad de las patologías se recomienda la inspección de todas las plantas ya que la probabilidad de que los daños localizados es elevada.
Cualquier intervención sobre el edificio debe garantizar previamente el saneado de las instalaciones, bajantes, cubiertas, repisas de balcones y cualquier otro elemento susceptible de aportar o retener humedad que pueda afectar a la estructura de madera.
Se debe verificar el estado de la madera en los apoyos sobre los muros para decidir sobre su conservación o su sustitución completa.
Por otro lado, es necesario el refuerzo o la sustitución de los pórticos intermedios y muros de carga, al menos entre las crujías primera y cuarta.

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